Parece mentira que ya hayan pasado tres meses. Tres meses de continuo aprendizaje, no sólo a nivel profesional sino personal. Pero ya toca despedirse de esta etapa y dar paso a que comience otra nueva. No me gustan las despedidas, ha sido difícil decir ciao a tod@s l@s niñ@s, a las maestras y demás personal de la escuela, que desde el primer momento me han acogido como una más. A Paolo y Nazarena, que aunque fue muy rápido, también me quedo con un buen recuerdo de ellos por el trato que me han dado. A l@s profesor@s y compañer@s de las clases de baile con los que he compartido tantos buenos ratos y por su cercanía. Y de cierta forma a la ciudad en la que he vivido. Pero como ciao se usa tanto para decir hola como adiós, espero volverles a decir ciao pronto.